martes, 24 de agosto de 2010

Con Patch Adams

El primer ejercicio fue la conexión con el amor del mundo. Una meditación en conjunto donde se abandonaron las sillas y las divisiones preferencial y VIP para integrarnos a todos.

El segundo ejercicio fue el del abrazo. Me tocó abrazar a tres personas al azar, todas desconocidas. La primera fue una doctora de Bola Roja que me recordó la forma como me abrazaba mi abuela materna de chico cuando estaba enfermo. La calidez de la segunda (porque de verdad quemaba) me recordó a mi madre cuya temperatura corporal es alta. La tercera persona que abracé, un señor vestido con traje de oficina, me recordó a mi padre. Curioso que Patch dio más tiempo a cada abrazo. Curioso que luego de soltar al señor, este se hallaba conmovido y con lágrimas en los ojos.

El tercer ejercicio fue el ejercicio del "te quiero". Manifestar cuanto queremos a la otra persona cogiendo su cabeza y mirándola a los ojos. Me tocó esta vez un chico. La elección siempre era al azar y Patch tampoco seguía un orden para determinar que ejercicio tocaba en ese momento, simplemente encontrabas a alguien y luego decía lo que íbamos a hacer. Me costó decirle te quiero a un chico, pero allí estaba el desafío, en no proyectar sino manifestar nuestro cariño por otro ser humano. Me conmovió como los ojos del chico por un momento se cubrieron de lágrimas.

El cuarto ejercicio fue acariciar y dar alivio a quien había perdido todo en la guerra. Me tocó esta vez una chica. Cuando me tocó el papel de dar ella casi se queda dormida de las caricias que le hacía en la cabeza. Cuando me tocó el papel de recibir, me acurruqué como un bebé. Es hermoso sentir como el cuerpo cambia por sí solo su posición a medida que recibe.

El quinto ejercicio fue hablar de cómo el amor está presente en nuestras vidas. Me tocó esta vez una chica y había que estar sentados frente a frente y cómodamente sin soltar las miradas. El ejercicio fue largo y hubo un momento en que la chica no sabía que decir. Con gestos le decía que no hablara de la cabeza sino desde su interior. Soltaba y luego era una página en blanco. Me recordó cuando en un momento de mi vida quise ser escritor y no sabía que decir ni como decirlo y lo curioso es que ella escribía y había estudiado también la carrera de comunicaciones. Cuando me tocó hablar, la chica soltó lágrimas y al final le di un gran abrazo profundamente conmovido por lo que había movido en ella.

Para concluir, Patch nos mostró un video de su paso por Arequipa cuando le tocó expresar y conectar con una persona que sufría de parálisis mental. Era hermoso ver como reaccionaba el cuerpo de aquella persona sin necesidad de decir una palabra.

Patch habló de su vida, de cómo estando a un paso del suicidio decidió hacer una revolución de amor y de su reacción frente al terrorismo norteamericano presente en todo el mundo.

De la ronda de preguntas que tuvimos al final, me quedó la pregunta de un amigo: ¿cómo sobrevive Patch cuando hay una necesidad económica de por medio?, y la de un joven estudiante de medicina de la Universidad San Martín que estaba justo detrás mío y que le pidió a Patch una orientación especial para los estudiantes de medicina que habían venido a verlo para aprender a llevar una mejor ayuda a sus pacientes.

Al primero le habló del mito de sobrevivir creado por la cultura capitalista y de la importancia de dar amor, simplemente dar para que vea como se le abren las puertas y lo reciben como en casa.

Con el segundo la experiencia fue más fuerte: Patch bajó del escenario, se acercó al joven, lo cogió del rostro, lo miró a los ojos y le recordó todo lo que había experimentado durante el taller. Luego juntó a los estudiantes de medicina, a los médicos y a todo aquel que quiera unirse, a hacer un juramento de vocación al amor. Me uní al grupo, después de todo, ya estaba allí por cosas del destino. Recordé que antes de estudiar comunicaciones mi primera opción fue la medicina, la cual abandoné ante la poca ética y el excesivo cientificismo y racionalismo de quienes enseñaban, y la cual siempre me ha seguido en mi afinidad por las terapias alternativas y de conexión con el interior de cada ser humano. La cura está dentro de nosotros. Patch lo demostró. Fue impresionante el círculo que se formó alrededor de él: pequeño, pero de mucha energía.

16 ago 10

1 comentario:

  1. .. yo tambien estuve ahi :) y fui el que me pregunto si estaba enamorado y le dije que si .. de una chica hace 2 años! xo hehehee , muy buen artículo colega! a seguri ayudando gente compare! :)

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