viernes, 29 de enero de 2010

La vida como una obra de teatro

La vida es como una obra de teatro. Me lo señaló una vez un gran amigo. Parece como si desde antes de nacer, nosotros eligiéramos la familia donde nos tocará vivir el aprendizaje que nos haga crecer espiritualmente viviendo una experiencia humana. Como en una gran obra de teatro donde a cada uno le es dado un papel a desempeñar durante su estancia en la tierra.

Algunas personas tendrán un papel breve en tu vida y cumplido ese rol saldrán de escena. Otros se quedarán contigo hasta el final. Por eso es que algunos encuentros son tan especiales, como cuando conoces a un amigo o amiga que lo será para toda la vida o como cuando te encuentras con alguien que crees haber conocido antes en algún lugar o quizás en otro tiempo.

Dicen que la muerte es solo un paso al reencuentro con nuestros ancestros y que una vez muertos, nos volvemos a encontrar unidos en una misma pureza.

Incluso aquellos que no creen en la reencarnación saben que desempeñamos un papel tanto en nuestras vidas como en las vidas de los demás y que hay algo misterioso que nos conecta.

Pero no somos los que tejemos los hilos, dios, la vida, algo o alguien, nos orienta y cual dramaturgo, teje los hilos de nuestros procesos desde un plano que desconocemos.

Parece que esta vida es solo transitoria. Nuestro rol es solo desempeñar nuestro papel de la mejor manera, aún con nuestra imperfección, para aprender a crecer juntos.

Fin del intermedio.

La función debe continuar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario